22 marzo, 2008

“Parrillada de neuronas”

…Aquella tarde siniestra y desolada, dirigí mi cuerpo con sumiso delirio en dirección al "Mercado de la Carne y Fantasías Recicladas", entre el umbral de las calles "Tres Deseos”, “Cuatro Puñaladas”, “La Quinta” y “Sexta de Costillas y Riñones”.- Crucé las Av. “Vísceras”, “Corazones”,” Rosas, Aderezos” y de extraños aromas, profundas canaletas de sangre hasta topar con el mercader de los destinos finales, que tras una carcomida y oxidada jaula de filudas navajas, logré ver de siete cuervos cavar la fosa común de un poeta; me ofreció un boleto al cielo por sólo la piel de mi rostro, un riñón, arder mis piernas una década y quinientos años de purga ajena ; temí ser estafado y permanecer eterno en alguna de sus jaulas y huí... Tracé mi itinerario entre “Afligidos” por la calle “ Calvarios” hasta la plazuela “ Fatigados” , me encontré estupefacto entre irritantes gruñidos y majestuosos saltamontes en púrpura, cabalgados por robustos tábanos azules de proporción humana y acento caballeresco, cantando solemnes himnos a la muerte, la justicia y la comedia; seres bautizados por el supremo hacedor de males y plagas que embutía sin parar, casi visceralmente, desgracia, miseria dolor y sufrimiento , por lo que era un ser extremadamente obeso sin un solo bello en el cuerpo ,el rostro de un malformado recién nacido con brazos enormes, tres dedos como mano, y como piernas dos pequeños tentáculos inservibles, repleto de erupciones, úlceras y llagas, decorado del mas fétido olor que jamás haya existido, a sus pies dos cadavéricos perros que sólo se alimentaban de pequeños corazones putrefactos con cuerpo de roedor lampiño con un agrisado color post mortem sobre su piel, que corrían desesperadamente buscando pequeñas sobras de esperanza, fe o piedad, desgarraban lo que al paso encontraban , seres condenados a la más terrible de las purgas, pues les estaba prohibida la muerte…Así, salí de “Fatigados”, casi desesperadamente hacia las catedrales de los artificios y no muy lejos , vi del falso profeta esparcir el hedor de sus crímenes sobre una híbrida y malformada multitud que aplaudía frenéticamente con manos llenas de sangre, una sonrisa endurecida como por calambre y sobre sus rostros el antifaz de la fe demencial; sentí un extraño magnetismo hacia aquella multitud, así que tomé mi canasta y me aleje cautelosamente… -Caminé hacia un pequeño atajo entre los vendedores de almas y los traficantes del cielo y el infierno, me detuve ante una pequeña tienda de estilo gitano , largas cortinas rojas y pequeñas antorchas a los lados de la entrada, asomé la vista y recogí la cortina lo suficiente como para una pupila chismosa y tras una pequeña bola de cristal vi negociar el destino de un imperio en lujurioso juego de naipes; de un lado, un rey fallecido con el infierno por destino final, por el otro , la libertad de un alma en purga y en frente de ambos, el escribano de la muerte, apostando a perdedor, codiciando al más grande de los imperios que pudo existir... .- Rítmico y pausado como las manecillas de un reloj, cavilaba la concepción de un nuevo ser, una próxima estrategia en contra del destino, buscaba al mercader de segundos o al traficante de caminos, tomé comunión bajo la muerte como insípido espectro que observaba mi vida segundo tras minuto casi fascinado por la gélida manera como se iban disipando mis segundos dando de comer lentamente engendro tras engendro , casi nefastamente hasta ocultar mi absurda identidad…Entré al tibio manantial de un mar de lágrimas , vi las trasparencias del lamento, del arrepentimiento que lentamente se posesionaba sobre ciertos corazones desdichados, que más allá de la fría soledad que palpaban mis manos y mi rostro, caminaban sobre un turbio recuerdo, radiante, oculto que sólo pisada tras pisada me dejaba una pista a través de una visión o a través del humillado tobillo de un dios condenado y desmembrado… Repentinamente sentí hundirme sobre un fangoso pantano de pestilentes orejas, cartílagos nasales, recalcitrantes gritos y acusaciones de mi infancia perdida… Fui absorbido sin oportunidad alguna y desperté en el frió rincón de un calabozo junto a pequeños roedores con rostro humano, al parecer el subsuelo del mercado, conociendo la crueldad en su absoluta libertad, un gigantesco camal de almas sin destino, lágrimas por litros, pócimas de ilusión , perversiones incestuosas, dolor, olvido, todo colgado sobre ganchos por encebados hombres con rostro de cerdo, pequeños ropajes de cuero , acero , y la maldad reflejada en la furia de sus filudos cuchillos, hachas, machetes, recién nacidos, hombres, mujeres, adultos y ancianos, todos unidos en delirantes gritos de libertad o muerte rápida entre látigos, cadenas, promesas y juramentos aberrantes, humillaciones jamás descritas por el hombre, rostros sin rostro... -Pasaron los minutos y conocí al dolor, una bella mujer de largos cabellos negros, finos y lacios, delicadas manos, tez blanca y un rostro carente de expresión que sin mover los labios y con el simple pensamiento ordenaba horrendos destinos, sentencias, purgas, condenas cada vez más siniestras , faltos de piedad y perdón, ordenó tras una corta evaluación de mi hoja de vida ser llevado al salón de entretenimiento... .-Ya desprendido de mis ropajes, incrustaron dolorosos ganchos en mi lengua, hombros, brazos, manos, glúteos y tobillos, todas intramusculares, tal marioneta siniestra fui mostrado sobre un pequeño altar junto a otros que como yo quisieron burlar su destino infaustamente… Ya en mi absoluta agonía, y próximo a mi distribución carnal y espiritual en distintos puestos y rincones del mercado se me acerco la extraña mujer de negro, me miro fijamente a los ojos y sentí como si dos finas agujas penetraran en mis sentidos y logré ver tras sus ojos a un perturbado artista solitario, y en su demencia plasmar el más duro de los pasajes infernales, grité y grité cada vez más fuerte hasta perder la voz, las fuerzas y la esperanza pero no me escuchaba, sólo seguía pintando su propio destino sobre un lienzo pactado y un fino pincel de truculento convenio con el diablo...
Gabriel Plott.

¡Rebelión en la cocina!...

Una fría mañana de junio me despertó el dulce aroma de un exótico café napolitano, pero aquel no me condujo sino hasta el escritorio de mi estudio, miré por la ventana buscando el posible origen de tan agradable aroma y no me llevó a mas lugar que a mi vieja pluma de pelicano y a una solitaria hoja en blanco, desconcertado, me dirigí a la cocina y vi a mi bella taza roja a cuadros y dentro, el más bello de los colores a café.- Me pareció extraño ver a mi radiante café matutino solo, sin aroma, y con un triste brillo sobre su cálida superficie; mas allá, noté a la cafetera con el pico caído más que de costumbre, y ni que decir del azúcar que había cambiado su etiqueta por la de la sal.- Me senté junto a mi vieja pipa de hueso ballena, echo tabaco y la enciendo mientras observaba fijamente a la cafetera que parecía esquivarme la mirada.- Pasaron los minutos y sentí al aroma entrar a mi cocina junto a un ligero viento que traía consigo la misma hoja en blanco que minutos antes estuvo sobre el buró del estudio. La hoja cayó a mis pies è increíblemente vi al viento desprender cenizas de mi vieja pipa, tratando al parecer, de formar una frase sobre la hoja, tras varios intentos del viento y del aroma; logré descifrar tres simples palabras ," Danos la Vida"; entonces apareció mi pluma volando como si aun fuera parte del ala cual fue arrancada, se paró frente a mí y sobre la hoja.- Me contó que esa noche mientras seguramente soñaba mi próxima historia; se reunieron en el silencio de la sala de la casa el aroma, que decidió sentarse en mi sillón junto al espejo, la taza y el café junto a su compadre Ronnie Walker que parecía andar en busca de su copita del alma, ambos abrazados y sobre la mesa de centro, el azúcar, que había tomado la cucharita mas fina y de plata de la vitrina de la abuela, se recostó en medio del largo sofá de la sala; mientras la cafetera, las servilletas y los cubiertos, corrían desesperadamente de un lado a otro como exquisitas damas del servicio domestico.- El tema en cuestión ; ¡ Si somos el pilar de su inspiración ! ¿ Porqué nunca escribe sobre nosotros?- La controversial tertulia, no tuvo mas consecuencia que la habitual plaga de demandas y propuestas.- El aroma aclamó:¡ dejar al café sin aroma!, el café menospreciado, propuso mejor dejarlo sin café así no habría ni café "ni AROMA"; el azúcar opino mejor dejarlo sin azúcar, así solo bebería un amargo café con aroma solitario; y así propusieron sus quejas y demandas la vajilla, el mantel, los huevos , la leche, la vainilla, la tetera, las ventanas que aseguraban ser las mas importantes de todas, puesto que de ellas dependía conservar el calor y el aroma en la cocina… En fin... hasta el felpudo dijo estar harto de pisoteadas y malos tratos... La pluma continuo su relato hasta que no hubo mas renglón sobre la hoja ni tabaco que fumar; repentinamente apareció de entre los cubiertos el más temido por todos , un afilado cuchillo de acero inoxidable, origen japonés, mango de madera y pocos ánimos de extender la conversación más de lo normal .... En aquel momento, un silencio absoluto inundo el recinto, ante la mirada estupefacta de todos en la cocina, sólo se lograba escuchar la fina línea por donde avanzaba nuestro filudo inquilino rayando lentamente el mármol de la habitación hasta lograr instalarse junto a la pluma a pocos centímetros mío... Tras algunos segundos de larga angustia dijo: " recuerdan aquel domingo de otoño en que le fue arrebatada su cometa por el viento a orillas de un barranco ", sino me hubiese escondido bajo la cubierta del repostero, no habría escritor...recuerdan aquel duro invierno en el que recibió su primera puñalada en el corazón...aquella noche luché vigorosamente por desgastar el filo de mi espada, y de ese modo evitar el posible trágico desenlace, porque aquella noche, la muerte acechaba la mente de nuestro poeta, pero no fue así; y ahora podemos oír de aquellas historias, agradables recuerdos hecho versos, que hablan de nosotros de alguna u otra forma, quizá con sutileza , pero estamos ahí, siempre ahí… Recuerdan aquel verano al vespertino en que nuestro poeta quedo sin historia que contar ni garabato que trazar, ese día me vendí a un pobre ropavejero para darle una historia al poeta y un camino que seguir, si no hubiese hecho nada de eso, no habría ni persona, ni poeta, ni cuchillo, tan simplemente un inerte cadáver sin historia; ¡es cierto poeta! Hemos recorrido muchos sueños, gastado mucha tinta, manchado muchas hojas dando vida y muerte jugando con los destinos de la gente como si el mundo dependiera de nosotros, pero ya estoy algo viejo, al igual que todos los que dan vida a esta habitación, y quizás lo único que deseemos sea ser recordados... así que por mi parte poeta, sólo deseo alguna vez reunirme con mis legendarios ancestros que alguna vez me contaste existieron sobre una isla en el lejano oriente... Así, el cuchillo se retiro lentamente hacia el repostero preferido de la abuela, y es que la verdad, mi filudo amigo había sido la mejor nana que tuve, evito las tonterías más grandes de mi vida, ahora logro entender, porque siempre el recuerdo de la abuela buscando a nuestro escurridizo cuchillo...
Pasado el conflicto… Vi a todos desaparecer, abrirse violentamente la ventana de mi habitación junto a un viento que traía consigo dos aromas, el de una exótica brisa marina, y el de un exquisito café napolitano sentí entrar al más bello rayo de luz que jamás haya existido inundando de colores y reflejos el rincón más oculto de mi habitación...Un sueño dije; pero sobre mi velador junto a la lámpara estaba la hoja, la pluma y el cuchillo...
Gabriel Plott.