13 octubre, 2007
17 julio, 2007
Anopheles
..." segundo tras segundo vi lentamente germinar las frías lineas de un diario póstumo bajo una derruida estructura de antiguos puentes , abandonados alcantarillados de infinitos laberintos y telúricos relatos.- Ahí estuvo; oculto bajo el claro oscuro de un casual rayo de luz artificial, una real ficción llamado "Anofeles"; príncipe de los mosquitos, consejero real de las paredes, graffitis, templario de los miserables y apóstol de los santos , piratas y mermeladas caducadas .- Bautizado por la miseria y con la injusticia en la alacena, tomo finas rebanadas mañana tras mañana sobre una pequeña mesa de viejo roble y sobre ella, un café y dos panecillos dibujados sobre una vieja bolsa de papel ... Pasó los mas bellos retazos de su vida en el gris verdoso y cálido Palacete, clínicamente llamado tugurio ubicado en el suburbio mas abstracto de la "ciudad de los reyes", entre aguardientes sin etiqueta, sopa de letras, antiguas filtraciones y drenajes subterráneos,bajo un cielo de concreto e intermitentes ruidos, estruendos y carriles de una ciudad fantasma"...
Cautivo y prisionero del noveno manuscrito y privilegiado espectador de ver mis vivas fantasías perecer en el caldero del olvido; fue que entre sirenas y faroles decidí visitar pasado el canto de los grillos la vieja mansión del pasaje cuatro plumas, entre el marquet de las pulgas y el morado pasadizo de un octubre religioso.- Me detuve sigiloso bajo un oscuro cielo incierto y el incesante atravezar de las doce de la noche por el carril del tren sin tripulantes...
Como todas las doce logré contemplarla una vez mas, siempre atrapada tras un elegante marco de oro, bañado sobre el mas fino de los cedros; siempre aguardando mi llegada, siempre esperando mi regreso, siempre observando fijamente con mirada triste celestial tras un vitral en ornamentos rococó y falso estirpe en purpurina.- Como cada madrugada esperé taciturno el paso de los recolectores, que vestían extraños ropajes en naranja y verde eléctrico junto al indescriptible gigante de metal que de dos a tres am. y de cuatro a cinco mordidas, tragaba lo que al paso encontraba, casi visceralmente, con una mecánica mandíbula y punteagudos dentarios, en medio de una densa neblina de duro invierno... Pasado el triturador, rescaté de los escombros al mas noble de los corceles sin cabeza y a pedal...- Trasladé su destartalada estructura; seguro resultado de innumerables batallas contra el tiempo, el olvido y la corrosión, a mi cálido drenaje ahora convertido en prolijo cuartel pasada la hora de la sensatez...Trabajé sin descansar, incorporé innumerables aplicaciones en metal , inserte pernos , tuercas y cadenas; lograba ver lentamente transformarse en el épico corcel a pedal jamas creado ni descrito por el hombre...
Acudí doce tras doce al recital de los grillos una vez cerrado el reducto; logré reclutar nobles guerreros; por pequeñas raciones de alimento, listos y dispuestos a dar la vida por la mas noble de las causas, afianzamos intenciones y tras duros entrenamientos y arduas jornadas de trabajo sin descanso, logramos obtener un numeroso ejercito de nobles caballeros de cuatro patas, afilados colmillos, audaces felinos y astutos roedores que cumplían temerosas misiones de espionaje que no aceptaría ni el mas gallardo caballero que haya existido...
Organizamos rondas, servicios imaginarios y cautelosas misiones de espionaje...
Todo parecía estar listo, veía el día aproximarse, visité mas seguido la esquina oeste por la que aguardaba mi dama ser rescatada, siempre suplicándome con la mirada su pronta liberación...- Pasado tres domingos mis valientes caballeros conformaban la mas firme barricada ante cualquier invasión o penetración foránea, elaboré papiros de antiguas envolturas, viejos periódicos y perdidos manuscritos.. Tomé juramento bajo la luna como testigo y còmplice de mi desdichada naturaleza, siempre unidos por el aro de la eterna ausencia... Lo mismo hicieron mis gallardos caballeros...
Destinamos rangos y misiones...
Aquella última semana fue la mas importante de los días de mi vida, fundí mis pensamientos mas perversos y elaboré el arma perfecta en medio de inevitables conflictos internos por la violenta batalla que nos esperaba junto a un pequeño diario que jamas deseo nacer.- Construì aquella madrugada de solitarios recuerdos, pequeñas fotos en sepias, latones , utensilios y cartones mi noble armadura...
Pasada la hora de la sensatez, espada y escudo en mano, dimos marcha hacia el oeste...
Como un desdichado Onofredo en el país de los nombres perfectos, inicie mi intrépida travesía por los mares de la calle 32, aguardando como el firme sendero de una promesa que la mas bella de las damas, tomara su trono junto a su noble e hidalgo caballero que nació para su eterna compañía en un trono elaborado con el mas fino de los barriles de latón de la calle sin prejuicios...-Atrincherados del lado oeste cuesta abajo de la mansión, aguardamos la lenta retirada del gigante de metal y los hombres de naranja, de pronto , sin mayor espera y dando espalda a nuestros temores e injusticias, alzè mi espada dando inicio a nuestro épico rescate...luché vigorosamente y con valentía contra aquellos que custodiaban la mansión, al pasar de los minutos vi a mis escuálidos caballeros perecer ante enormes y robustos mastodontes de afilados colmillos, vi tornarse rojo el suelo de batalla... al derribar la primera entrada vi a la mitad de mi tropa sucumbir en sangrientos desmenbramientos, terribles aullidos y muertes valerosas... el segundo obstáculo no fue mas difícil, logré penetrarlo pero ya herido, pues mi armadura no soportaba los proyectiles y perdigones ni los innumerables garrotazos de aquellos carcelarios.- Una vez dentro, logré verla, y me quedé parado frente a ella , pero no lograba huir de aquella cárcel de oro, así que tomé un dorado sillón burgués y la liberé... Una vez fuera del recinto ordené retirada; eran muy pocos los que aun me seguían; quizá sólo algunos de rango mayor o los que pertenecían a mi escolta personal... el resto de mi tropa agonizaba o estaba muerta; no tenia fuerzas mas que para sostener a mi pequeña reina liberada.- De pronto vimos a los lejos cientos de luces y sirenas, no había mas opción, tuvimos que huir y lo hicimos...
De regreso a nuestro solitario subterráneo limpiamos nuestras heridas y coloqué a mi amada en el trono que siempre os juré, las sirenas sonaban incesantes sobre nuestro cielo de concreto, se oían marchas y rondas secretas pasado el canto de los grillos...se nos hizo imposible salir de nuestra ahora fría prisión subterránea.- Agotada las provisiones algunos fenecieron por las heridas , otros de inanición o simplemente quedaron dormidos y jamas despertaron...- Pasado el temor y viendo próxima la retirada y las marchas sobre nosotros, nadie tuvo fuerzas para salir, estábamos condenados perecer en ese lugar, yo sólo seguía en mi trono de latón junto a mi reina, postrado, sólo contemplándola y totalmente embriagado de su belleza, de su sonrisa, del rosa rubor de su mejillas...
...Unidos por el aro de la eterna felicidad, aquella noche contraje nupcias en medio del mas bello coral de grillos que recitaban el mas hermoso de los pasajes celestiales, vestían vistosos trajes en verde esmeralda sobre vacías cajas de zapatos, no faltó ni el mas pequeño de mis soldados fallecidos, la tristeza estuvo presente con el mas bello de sus trajes, dejando de ser triste, para dar alegría en mi boda; las lágrimas y la sangre derramada se convirtieron en millones de rosas que inagotablemente caían del cielo para convertirse en la roja alfombra aterciopelada por donde caminaría mi bella reina quien desposé teniendo como testigos a la mas oscura de las noches estrelladas, un dorado y nuevo trono de latón ,un diario y el verde esplendor de una cámara de pequeños saltamontes de papel...
Gabriel Plott.
Cautivo y prisionero del noveno manuscrito y privilegiado espectador de ver mis vivas fantasías perecer en el caldero del olvido; fue que entre sirenas y faroles decidí visitar pasado el canto de los grillos la vieja mansión del pasaje cuatro plumas, entre el marquet de las pulgas y el morado pasadizo de un octubre religioso.- Me detuve sigiloso bajo un oscuro cielo incierto y el incesante atravezar de las doce de la noche por el carril del tren sin tripulantes...
Como todas las doce logré contemplarla una vez mas, siempre atrapada tras un elegante marco de oro, bañado sobre el mas fino de los cedros; siempre aguardando mi llegada, siempre esperando mi regreso, siempre observando fijamente con mirada triste celestial tras un vitral en ornamentos rococó y falso estirpe en purpurina.- Como cada madrugada esperé taciturno el paso de los recolectores, que vestían extraños ropajes en naranja y verde eléctrico junto al indescriptible gigante de metal que de dos a tres am. y de cuatro a cinco mordidas, tragaba lo que al paso encontraba, casi visceralmente, con una mecánica mandíbula y punteagudos dentarios, en medio de una densa neblina de duro invierno... Pasado el triturador, rescaté de los escombros al mas noble de los corceles sin cabeza y a pedal...- Trasladé su destartalada estructura; seguro resultado de innumerables batallas contra el tiempo, el olvido y la corrosión, a mi cálido drenaje ahora convertido en prolijo cuartel pasada la hora de la sensatez...Trabajé sin descansar, incorporé innumerables aplicaciones en metal , inserte pernos , tuercas y cadenas; lograba ver lentamente transformarse en el épico corcel a pedal jamas creado ni descrito por el hombre...
Acudí doce tras doce al recital de los grillos una vez cerrado el reducto; logré reclutar nobles guerreros; por pequeñas raciones de alimento, listos y dispuestos a dar la vida por la mas noble de las causas, afianzamos intenciones y tras duros entrenamientos y arduas jornadas de trabajo sin descanso, logramos obtener un numeroso ejercito de nobles caballeros de cuatro patas, afilados colmillos, audaces felinos y astutos roedores que cumplían temerosas misiones de espionaje que no aceptaría ni el mas gallardo caballero que haya existido...
Organizamos rondas, servicios imaginarios y cautelosas misiones de espionaje...
Todo parecía estar listo, veía el día aproximarse, visité mas seguido la esquina oeste por la que aguardaba mi dama ser rescatada, siempre suplicándome con la mirada su pronta liberación...- Pasado tres domingos mis valientes caballeros conformaban la mas firme barricada ante cualquier invasión o penetración foránea, elaboré papiros de antiguas envolturas, viejos periódicos y perdidos manuscritos.. Tomé juramento bajo la luna como testigo y còmplice de mi desdichada naturaleza, siempre unidos por el aro de la eterna ausencia... Lo mismo hicieron mis gallardos caballeros...
Destinamos rangos y misiones...
Aquella última semana fue la mas importante de los días de mi vida, fundí mis pensamientos mas perversos y elaboré el arma perfecta en medio de inevitables conflictos internos por la violenta batalla que nos esperaba junto a un pequeño diario que jamas deseo nacer.- Construì aquella madrugada de solitarios recuerdos, pequeñas fotos en sepias, latones , utensilios y cartones mi noble armadura...
Pasada la hora de la sensatez, espada y escudo en mano, dimos marcha hacia el oeste...
Como un desdichado Onofredo en el país de los nombres perfectos, inicie mi intrépida travesía por los mares de la calle 32, aguardando como el firme sendero de una promesa que la mas bella de las damas, tomara su trono junto a su noble e hidalgo caballero que nació para su eterna compañía en un trono elaborado con el mas fino de los barriles de latón de la calle sin prejuicios...-Atrincherados del lado oeste cuesta abajo de la mansión, aguardamos la lenta retirada del gigante de metal y los hombres de naranja, de pronto , sin mayor espera y dando espalda a nuestros temores e injusticias, alzè mi espada dando inicio a nuestro épico rescate...luché vigorosamente y con valentía contra aquellos que custodiaban la mansión, al pasar de los minutos vi a mis escuálidos caballeros perecer ante enormes y robustos mastodontes de afilados colmillos, vi tornarse rojo el suelo de batalla... al derribar la primera entrada vi a la mitad de mi tropa sucumbir en sangrientos desmenbramientos, terribles aullidos y muertes valerosas... el segundo obstáculo no fue mas difícil, logré penetrarlo pero ya herido, pues mi armadura no soportaba los proyectiles y perdigones ni los innumerables garrotazos de aquellos carcelarios.- Una vez dentro, logré verla, y me quedé parado frente a ella , pero no lograba huir de aquella cárcel de oro, así que tomé un dorado sillón burgués y la liberé... Una vez fuera del recinto ordené retirada; eran muy pocos los que aun me seguían; quizá sólo algunos de rango mayor o los que pertenecían a mi escolta personal... el resto de mi tropa agonizaba o estaba muerta; no tenia fuerzas mas que para sostener a mi pequeña reina liberada.- De pronto vimos a los lejos cientos de luces y sirenas, no había mas opción, tuvimos que huir y lo hicimos...
De regreso a nuestro solitario subterráneo limpiamos nuestras heridas y coloqué a mi amada en el trono que siempre os juré, las sirenas sonaban incesantes sobre nuestro cielo de concreto, se oían marchas y rondas secretas pasado el canto de los grillos...se nos hizo imposible salir de nuestra ahora fría prisión subterránea.- Agotada las provisiones algunos fenecieron por las heridas , otros de inanición o simplemente quedaron dormidos y jamas despertaron...- Pasado el temor y viendo próxima la retirada y las marchas sobre nosotros, nadie tuvo fuerzas para salir, estábamos condenados perecer en ese lugar, yo sólo seguía en mi trono de latón junto a mi reina, postrado, sólo contemplándola y totalmente embriagado de su belleza, de su sonrisa, del rosa rubor de su mejillas...
...Unidos por el aro de la eterna felicidad, aquella noche contraje nupcias en medio del mas bello coral de grillos que recitaban el mas hermoso de los pasajes celestiales, vestían vistosos trajes en verde esmeralda sobre vacías cajas de zapatos, no faltó ni el mas pequeño de mis soldados fallecidos, la tristeza estuvo presente con el mas bello de sus trajes, dejando de ser triste, para dar alegría en mi boda; las lágrimas y la sangre derramada se convirtieron en millones de rosas que inagotablemente caían del cielo para convertirse en la roja alfombra aterciopelada por donde caminaría mi bella reina quien desposé teniendo como testigos a la mas oscura de las noches estrelladas, un dorado y nuevo trono de latón ,un diario y el verde esplendor de una cámara de pequeños saltamontes de papel...
Gabriel Plott.
15 junio, 2007
"Pabellòn 115"
Desterrado de toda belleza y cadente de toda inspiración; anduve por el blanco pasillo de los estériles, una lírica escuadrilla de lamentos sin sentido, numerosos jugueteos con amargos caramelos recetados, y una lenta sinfonía de charlas sin respuestas. Perdido vagué por el jardín del olvido, y recosté bajo un árbol de tijera y chocolate, serpentina y pica pica; baile "Elvira Madigan"; tomé una fría taza sin café junto al viento, que tras la promesa de guardar el invierno en mi corazón, acaricio mi rostro, y ofreció tejerme uno de brisa marina, dulces cabellos y finas hileras de nostalgia. Caminé hasta " el Lago del Ultimo Verso"; que contiene las lágrimas y el dolor de todos los hombres, me arrodillé a sus orillas y bebí de sus tristes aguas; divise a los lejos un pequeño muelle, una corroída balsa de recuerdos, y atada a ella, una sonrisa sin nombre; me acerqué a él y vi en el balsero mi rostro envejecido tras un velo negro y un amargo aroma a soledad... Llegamos a una pequeña isla en medio del lago y vi mi vida en diecinueve pulgadas, siete intervalos de tiempo, dos fragmentos de sátiras carcajadas, y cinco fuertes hombres de blancos atuendos aprisionando mis deseos de soñar; sintiendo una vez mas, ser el pequeño títere de cortas cadenas para ser feliz...
Gabriel plott.
11 junio, 2007
En el Utgard de mis temores...
Imaginé del infierno la cuna del leviatán, el Utgard de mis siniestros temores humanos, de la triste comedia de mi vida, falsa, y circense, pero en si; no lo imagino mas sencillo que el triste descender de una gaviota sobre tierras estériles; como dedicar la vida a una causa innoble , a la seductora fragancia de la ignorancia o a la delicada estocada del amor que finamente hace lenta mi agonía; cada vez mas violenta, mas frágil, mas minusválida...
Gabriel plott.
Gabriel plott.
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Por la calle de las pasiones...
Colaste mis lágrimas sobre tu pecho "rosa mentira", dos tazas de café, media historia, el dulce aroma de una tierra conquistada y el agonizante elixir de una última velada. Robé las llaves de tu infausto corazón y caminé lentamente sobre tu delicado velo de fantasías medievales; un cochinito por camafeo y una bífida sinfonía de absurdas promesas, que no mas que tu nombre con brillo de esmeralda, siento el árido desierto de tu vida...
Gabriel plott.
Gabriel plott.
A Susana...
Tan suave y tierno, como el rasguñar de tus blancas manos sobre tierras estériles de un simple beso, de una ligera mirada en alta mar, de un desconsolado anzuelo sin carnada, de un gusano sin tierra o casi el infausto frenesí de una "Y" griega sobre un papel derramado en su atlántida profunda y perdida, es el delicado deslizar de tu nombre sobre una purpura corazonada, sobre el desván de una sola vela, luminosa, pero triste como la simple noche...
Gabriel plott.
Gabriel plott.
"Isla Prometeo"
Marla, que anduvo por arenas de cálido frenesí, una kola por guarnición y un baúl de guiños y piropos; naufragó en una isla llamada "Prometeo", bebió de una palmera llamada pasión y nutrió de la hoja del banano; creció inmersa en el mar de la inocencia y el verde esplendor de una fruta sobre un tallo solitario. Bailo la exótica danza de la seducción; bajó la luna de un verano sin verano, de un día sin ocaso, de una botella naufraga en la orilla del mercader de esperanzas que varó sobre un brillo sin calor, probó de labios infertiles de sinceridad, cabellos ondeados como una alga marina, pero prisioneros del pescador de lujuria y vanaglorias. Pereció inospitamente , como el viento de un otoño sin retorno...
Gabriel plott.
Gabriel plott.
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09 junio, 2007
...
... no mas que el beso lacerante sobre el lago de los recuerdos, el vino tinto de tus labios; y ver los segundos tomar forma de años; como el cálido transcurrir de una mirada sobre el rió perturbaciòn, el triste caminar sobre mentes ajenas, el eterno balancear de tus palabras...
Gabriel plott.
Gabriel plott.
08 junio, 2007
cuando las copas lloran
...y navegue sobre una góndola de cartón y platino sin mas pala que dos simples cigarros por remos en las profundas aguas de un lago llamado Ron...
Gabriel plott...
Gabriel plott...
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